sábado, 26 de abril de 2025

el titulo de la novela

El título perfecto es un faro que guía tu barquito de papel. Pero lo sabrás remando (escribiendo). O el buen editor lo hallará por ti. ¡Hay que vender! El más sencillo es de una sola palabra.

viernes, 25 de abril de 2025

grandes descubrimientos

Los perdedores se quejan que les dan el codiciado premio a los autores famosos. Creo que se lo han dado a autores desconocidos, al menos para el lector promedio. Puede ser que se lo dan a los que conocen, a los que ya han publicado con ellos. Si vas a promover un año la novela ganadora, tienes que conocer al galardonado (saber a qué atenerte).

martes, 15 de abril de 2025

rimas fatales

Si algo se le ha criticado lo mismo a Ricardo Arjona que a Juan Gabriel ha sido la rima fatal (Monsi dixit), la que no tiene inventiva (sí la encuentro en la colocación de "lerdo" en lugar de "lento" en aquella canción de Piero José, por ejemplo).


No tiene ninguna significación sociológica (no creo que sea costumbre). Simplemente es la flojera de la versificación, simple picardía mexicana:

A la prima
se le arrima

Pero en lugar de eso, la gracia de Dios.

asi que quieres publicar tu novela

Si quieres publicar una novela, escríbela primero - Me voy a referir a la generosidad de Ramón Córdoba. Cuando murió, así, sorpresivamente, como RAF [Luis Fernando Escalona, El muelle], de un cardiacazo en su casa, nos dejó consternados, pues no parecía un hombre enfermo (aunque sí que tenía el aspecto lo mismo del fumador que del que padece del hígado o del páncreas). Acababa de publicar El libro de los guardianes.

En su conferencia, estaba el novelista Jaime Mesa sentado en el piso. Yo, como llegué tarde, no alcancé lugar. Una joven hermosa atravesó la sala (Sala Lúdica, BUAP Librerias, Sucursal CCU) cargando una silla. Inesperadamente, me la ofreció a mí. Como continuó acarreando sillas para todos los que no habíamos alcanzado lugar en la mesa larga, echamos una mano y pudimos sentarnos todos.

Hubo uno que no aguantó las cubetadas de aguas negras que caían sobre las aspiraciones literarias de los ahí reunidos: un caballero espigado se levantó como para golpear al conferencista, pero sólo le aventó en la mesa la edición de autor sobre las memorias de su padre, un inmigrante textilero español asentado en Tlaxcala. Y abandonó el lugar.

    Nosotros, a la salida, por poco tiramos el maquinuscrito de esta novela en uno de los afluentes del Atoyac. Pero en lugar de eso, nos sentamos a trabajar, depurando, desechando casi un tercio del primer borrador, y terminar el proyecto (supe que había terminado porque siempre llegaba al mismo final). ¿Cuál generosidad? Pues esta: decir que a nadie le interesa la saga de tu vida, no es publicable (si quieres publicar una novela, no presentes una autobiografía). Hay que trabajar mucho para no ser tan autorreferencial (me acordé de Borges: había pasado de los duelos de cuchilleros y los cuentos de compadritos a las metáforas del tiempo, el laberinto, el minotauro; le había puesto un montón de arte aunque todo tenía que ver con él, como siempre).

    Quizá por eso, porque no les vino el saco, hubo quienes, a pesar de lo dicho, se quedaron a mostrar sus escritos (quizá les dieron seguimiento en algún taller literario). Trabajaba para Alfaguara. Me gustó verlo en Youtube presentando un libro crítico de El Peje, creo que de Francisco Martín Moreno, Ladrón de esperanzas.

jueves, 3 de abril de 2025

convocatoria premio alfaguara 2026

Ya está habilitada la plataforma del Premio de Novela Alfaguara 2026, de acuerdo a las bases, el archivo no deberá superar los 9 MB (tuve que quitar las tres imágenes porque el sistema me pedía capturar el CAPTCHA: pesaba 14 MB y se ciclaba ahí, pues no funcionaba el botón Enviar).

    La convocatoria cierra el 31 de octubre, ¡suerte!.

 

Luego del envío digital, metí el impreso y encuadernado al portafolios de la computadora y fui a DHL (ya con Fedex ni a la esquina). Tuve suerte: a las 1300 cierran dos horas por alimentos. ¡Una chambita de esas! Yo en Logística Sesé, empresa española, no podía ni ir a vaciar la vejiga. Eso sí: te piden identificación y te cotizan el servicio más caro (en lugar de ofrecer el económico). Para no tener que deshacer el paquete, no hice ningún paquete: simplemente llevé el encuadernado (me costó 300 pesotes en OfficeMax), que pesó 1.200 kg. Quiero creer que lo van a meter en una bolsita, porque de otra manera, tendrían que pegar la etiqueta del destinatario sobre la tapa dura del libro y van a extraviar el sobre cerrado con mis datos (quizá había que sujetarlo a la tapa con cinta adhesiva). Te cobran 42.00 de puro empaque. Llega mañana a México. Recibí correo de confirmación.