martes, 13 de septiembre de 2022

posts o entradas de la novela

Entre 2014 y 2017 estuve subiendo aquí algunos episodios para obligarme a escribir -llega un momento en que uno se detiene- mostrando el avance. Luego, abandoné el blog para enfocarme en la novela. Hasta que me vi precisado a terminar el proyecto porque estuve a punto de tirar el manuscrito.

El dilema  es que, para proteger la obra hay que ocultarla. Pero para conseguir un arreglo editorial, hay que mostrar algo. Quizá sólo obteniendo un fenómeno de likes o comentarios pueda convencer a alguien, tomando en cuenta que no tengo enchufes. Pero eso es tan raro que  nadie publicaría. O casi nadie. Pero se publica sobre temas variados (segmentación de mercados). Por cada cien escritores mediocres hay uno que tiene talento. Y a veces ni así: García Márquez llevaba cuatro libros publicados antes de ser reconocido. Y eso que en las editoriales, como en cualquier negocio, el criterio predominante es si el producto puede venderse o tiene demanda o despertará el interés de alguien. Quizá por eso el desprestigio tanto de los best-sellers como de los libros de autoayuda: literatura de consumo.

Si no consigo un editor publicaría mi libro sólo en formato electrónico. Pero nunca le metería dinero bueno al malo: nunca llegaría al extremo de pagarle a la editorial para dejar de ser un autor inédito. En cualquier librería, de viejo o de novedades, uno puede ver del piso al techo cientos de autores olvidados. Alfonso Reyes, por ejemplo. Debería darme vergüenza, pero no he leído nada de don Alfonso. Y mira que era un sabio. Pero ni drogado leería su cartilla moral.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario